El activista y Champion del Acuerdo de Escazú para América Latina y el Caribe criticó el riesgo que supone este proyecto para nuestra sana convivencia democrática y la mantención de la paz.
El Gobierno ha puesto suma urgencia, en 11 oportunidades, al proyecto que moderniza el Sistema de Inteligencia del Estado, el que actualmente se encuentra en la comisión de Defensa.
Ese proyecto, dentro de otras cosas, amplía las facultades del Presidente de la República para realizar labores de espionaje a personas, grupos y organizaciones nacionales. Esto molesta al activista y Champion del Acuerdo de Escazú para América Latina y el Caribe, Sebastián Benfeld, quien criticó el riesgo que supone este proyecto para nuestra sana convivencia democrática y la mantención de la paz.
Benfeld puntualizó que “es preocupante que en medio de una pandemia y un estado de excepción constitucional con militares en las calles, el presidente Piñera continúe insistiendo en aumentar sus facultades totalitarias sobre las FFAA. La propuesta en cuestión carece de todo mecanismo de control democrático, concentra el poder absoluto sobre la Agencia Nacional de Inteligencia en las manos del presidente de turno y no cuenta con ninguna norma que asegure su rendición de cuentas".
"En definitiva, nadie sabrá cuándo y cómo actúan ni para qué. Es un cheque en blanco para que el presidente utilice a las FFAA con fines políticos, sin que las y los ciudadanos podamos hacer algo para detenerlo”, agregó.
Otro aspecto del Proyecto de Ley que no ha pasado desapercibido es la posibilidad que este da a la ANI de contar con “agentes propios” que podrán “introducirse en organizaciones sospechosas de actividades criminales”, blancos de interés para el Estado, que serán definidos a criterio del Presidente de turno.
“Sabemos lo que pasa cuando el espionaje y la inteligencia de un país se ponen al servicio de los intereses del gobierno de turno, los chilenos no hemos olvidado lo que sucedió con Pacoleaks, la Operación Huracán y el asesinato y montaje a Camilo Catrillanca", agregó Benfeld.
"Este Proyecto de Ley permite que se utilice la contrainteligencia militar contra “grupos nacionales” que serán definidos a juicio del propio Presidente y eso es grave ¿Cómo nos aseguramos de que esos grupos no sean los movimientos sociales que trabajan el activismo político y ponen en riesgo los intereses del gobierno de turno?”, cuestionó.
“Sin duda alguna este proyecto supone una amenaza grave para las y los activistas que hoy ya arriesgamos nuestras vidas por defender la dignidad de la tierra y de las personas que la habitamos”, acusó.
Al respecto, el joven activista propuso un giro totalmente radical, “no es tiempo de seguir criminalizando a quienes luchan por la dignidad, sino de protegerlos para que sus vidas no corran peligro. Escazú es el primer acuerdo en el mundo que contiene disposiciones específicas para proteger a quienes luchan por defender sus tierras, y que por hacerlo son víctimas de amenazas, intervenciones telefónicas y hostigamiento constante”.
“Luchar por lo que creemos no nos puede costar la vida. Este proyecto de ley supone una amenaza para nuestra sana convivencia democrática y la mantención de la paz”, concluyó.
Comments